El apagón que encendió las luces de nuestras almas
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Esta semana, el trending topic de nuestro país es el gran apagón que nos dejó a todos por más de 12 horas (dependiendo de la zona) sin luz.
No sabemos qué pasó con certeza todavía y tampoco está claro cuando sabremos la verdad. Lo que sí sabemos, es que durante unas horas, volvimos a mirar a la persona que teníamos al lado, volvimos a escuchar la radio, hablamos con los vecinos y incluso pudimos conocer gente nueva. ¿No os parece maravilloso?
Evidentemente hay una parte que nos preocupa, ya que sin luz nos quedamos sin medios para muchas cosas básicas como puede ser el agua caliente o incluso cocinar. Muchas personas que aun conservaban sus cocinas de gas dejaron cocinar en sus casas a sus vecinos, y las que no tenían tanta suerte sacaron el ingenio, condición humana que está cada vez más olvidada debido a la tecnología.
España se paró, y dejó que durante unas horas disfrutáramos del tiempo pasando lento, como antes. Pudimos abrir ese libro que tenemos en la mesita de noche olvidado por que nunca tenemos suficiente tiempo para empezar a leer, pudimos salir a dar un paseo y charlar con la gente de la calle.
Llega la noche, y con ella llegaron las estrellas. Estamos tan contaminados lumínicamente que casi se nos había olvidado el regalo que nos hace cada noche la madre tierra. Miles de personas en las plazas o desde sus casas admirando el cielo, que regalo. En nuestras casas nos recogimos alrededor de la mesa para cenar con unas velas, y luego encendimos unas pocas más para poder leer y escuchar la radio.
Quizás nos han hackeado, quizás están experimentando con nosotros… quién sabe. Lo que si sabemos es que quizás aquello que llamábamos “retro”, como las radios de pilas, las estufas de leña, las velas naturales, las cocinas de gas, una baraja de cartas española, un juego de mesa… siga siendo necesario en nuestras vidas.
No sé si algo así volverá a pasar de nuevo, pero durante unas horas volvimos a disfrutar de la vida real.
Desde mi punto de vista, se nos fue la luz, pero volvió la luz a nosotros.